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  • Ludwig V. Burkes

La parca y su guadaña.

Mudáronse ya los tiempos,

Y la apariencia se amaña.

Ayer la parca era huesos

Y segaba con guadaña.

Hoy se disfraza de antena

Y con vacunas se apaña.





Dos años después de empezar este corona-show creo haber aprendido muchas cosas y, desde luego, ha cambiado mi parecer respecto a muchas otras. Para ello me he tomado mi trabajo leyendo libros, artículos, viendo vídeos. He de reconocer que mi natural disidente me ha predispuesto a ello(1).


Dado de que no veo la televisión, escucho la radio ni leo periódicos desde hace tiempo, me enteré del confinamiento el mismo día que empezó en la calle. Alucinaba en colores. Nada a mi alrededor me indicaba que hubiese algún peligro del que tuviéramos que protegernos. Esa sensación ha perdurado todo este tiempo. En la segunda semana de encierro me llamaron del hospital Virgen del Rocío en Sevilla para que fuese a unas pruebas que en principio estaban previstas para septiembre, seis meses después. Fui encantado de poderme dar un paseo por las calles en bicicleta y ver con mis propios ojos qué estaba pasando en el hospital. Nada de nada. Créanme que jamás he visto ambiente más jovial en un hospital. Pacientes o acompañantes éramos cuatro gatos. El personal estaba de vacaciones a sus anchas. Nada indicaba que en algún lugar del hospital estuviesen sus compañeros sanitarios jugándose la vida.


En ese ambiente me topé con el canal de YouTube de Ricardo Delgado “La Quinta Columna”. Lo he seguido desde entonces e incluso he ido con ellos a tres manifestaciones. Ricardo ha sabido aglutinar a su alrededor un núcleo sólido de colaboradores anónimos y ganarse la inestimable colaboración de José Luis Sevillano, uno de los primeros defensores de la causa electromagnética de la Covid. Por el camino desmontaron el timo de las PCR, constataron la correlación entre antenas y mortandad en residencias de ancianos, y muchas otras cosas. Finalmente terminaron llegando a la actual teoría de la acción conjunta de microondas y nanotecnología (grafeno y nanoelectrónica) inyectada con las vacunas. El camino ha sido largo y tortuoso pero creo que muy fructífero.


Ricardo y José Luis empezaron colaborando con toda la disidencia pero, por las razones que sea, una vez descubierto el grafeno, varios grupos disidentes se les echaron encima provocando la lógica reacción de defensa por su parte. Habrá quien le afee a Ricardo su tendencia a despotricar cuando se indigna pero no seré yo uno de ellos. Si alguien está convencido de que se está cometiendo un genocidio, lo menos que puede hacer es reventar por la boca todo tipo de palabros e imprecaciones. No hacerlo es de psicópatas.

En el siguiente vídeo, Ricardo resumen el estado actual de la investigación de La Quinta Columna acerca de la vacuna y su interacción con las radiofrecuencias. Sé que es mucha información de sopetón para el que no haya estado atento a la jugada estos dos años, o lo que es lo mismo, se los haya pasado viendo la televisión.



Antes de despachar el asunto displicentemente le convendría saber que son varios los investigadores en todo el mundo que ya han obtenido resultados similares. Como botón de muestra le propongo que vea al senador australiano Malcolm Roberts, que no tiene pinta alguna de ser un lunático bebelejía, hablando del tema.



Otros investigadores que han mirado viales y muestras de sangre, y encontrado este tipo de elementos extraños son los doctores Carrie Madej en EEUU o Robin Wakeling en Nueva Zelanda, pero no son los únicos ni mucho menos.


Como dice Ricardo en su vídeo, pueden echar un vistazo a la documentación científica en que se apoya su teoría en La Quinta Columna.


Quizás sea de ayuda para comprender todo esto saber que los seres vivos son cuerpos eminentemente eléctricos. La visión clásica es la de la físico-química, donde todo se trata de explicar por gradientes de presión, densidad y temperatura junto con reacciones químicas. Pero esta visión es tremendamente coja y muchos fenómenos, como la cicatrización por ejemplo, son mayormente conducidos por fenómenos eléctricos. Si admitimos esto, no resulta nada extraño que las ondas electromagnéticas alteren nuestra salud. Le animo a ver esta conferencia del doctor Darío Acuña Castroviejo, catedrático de universidad del Departamento de Fisiología de la Universidad de Granada.



Sé que es duro para los que se hayan dejado clavar las agujas pero no creo que haciendo el avestruz se esté en mejor situación que enfrentándose de cara al problema. Solo sabiendo de qué va esto podrá uno tomar las medidas para saber si está en peligro y, si es así, intentar salvar el pellejo, o al menos, ayudar a parar esta locura.


Tómenme si quieren por un estúpido, ingenuo, bebelejía o chalado pero nada se pierde por tener en mente esta posibilidad como mera hipótesis. Es muy difícil ver algo si no se tiene un modelo mental de ello en la cabeza. Es algo que comprobamos muchas veces en nuestras vidas. Solo si se contempla la posibilidad de un fenómeno, éste se podrá detectar, de lo contrario solo se percibirán cosas extrañas sin sentido.


Al final Los hechos nos dirán si toda esta historia es una patraña o no(5).


___________________________________________________________________________


  1. Mi despertar sobre el verdadero poder de este mundo vino de la confluencia de varios factores, entre ellos: el descubrimiento de la Escuela Austríaca de Economía que me llevó a entender la confabulación de grandes banqueros para hacerse con el control del dinero(2); el asunto chusco de los atentados del 11 de marzo de 2004 en Madrid(3); y, en parte como consecuencia de lo anterior, el conocimiento de los trabajos de investigación cuestionando seriamente la versión oficial de los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York, a lo que le he dedicado varias entradas en este blog. Una vez encarrilado tardé relativamente poco en llegar a mis convicciones anarco-libertarias de la mano de Jesús Huerta de Soto.

  2. Especialmente de la mano de Murray N. Rothbard con su libro “The Mistery of Banking”. Está disponible en español en Murray N. Rothbard, El Misterio de La Banca. También muy recomendable, si lee bien el inglés, el libro de G. Edward Griffin “The Creature of Jekyll Island. A second look at the Federal Reserve”, o escuchar una conferencia del propio autor sobre el contenido del libro.

  3. Seguí muy de cerca el trabajo de investigación de Luis del Pino y otros investigadores como el abogado José María de Pablo.

  4. Personalmente preferiría que Ricardo no abusara de cierta exageración cuando expresa cantidades y números. En lugar de “la mayor parte de” yo diría “muchos”, “millones” serán “decenas o centenas de miles” y cosas así, pero eso no invalida para nada su discurso, dada la gravedad de lo que se denuncia.

  5. En cualquier caso, analice fríamente toda esta historia del coronavirus y verá que es en sí misma mucho más increíble, salvo por el hecho de que se la han contado en televisión.

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