La cuarta fase del agua
- Ludwig V. Burkes
- 2 sept 2022
- 3 Min. de lectura
Gracias a Ana María Oliva y mi cuñado Paco, me he decidido por fin a leer “The Fourth Phase of Water” de Gerald H. Pollack. Quizás sea el mejor libro de ciencia que jamás haya leído. Le recomiendo que vea el vídeo de Ana dónde hace una introducción del libro y su autor: G.Pollack- cuando te encuentras con un premio nobel y le tienes que decir que está equivocado.
Pienso que puede ser el mejor libro de ciencia que haya leído por su forma y por su fondo. Siendo el tema del libro complicado por involucrar muchos fenómenos físico-químicos a la vez (química molecular, electricidad, radiación electromagnética, cambios de estado, etc.), el autor consigue exponer su tesis con claridad y simplicidad suficientes como para que cualquiera con un mínimo de cultura científica(1) pueda seguirlo sin problema alguno. Pero su contenido es auténticamente copernicano. Le cambia a uno la visión del mundo que le rodea y abre todo un universo de posibilidades para hacer de este valle de lágrimas un sitio mucho más llevadero para los que queremos seguir siendo humanos.
En esta breve conferencia (The Fourth Phase of Water: Dr. Gerald Pollack at TEDxGuelphU) el autor presenta el libro pero, ni que decir hay, la lectura del mismo aporta mucha más información sobre la historia, la investigación, la fundamentación científica, paradojas del agua resueltas con esta teoría, etc.
El libro explica muy bien por qué esta teoría de los cuatro estados del agua (hielo, líquido cuasi-cristalino, líquido amorfo y vapor) no se difunde entre los científicos materialistas, que son la inmensa mayoría, al menos de boquilla, así que lo dejo para su lectura. Pero, si bien la noticia de este libro me ha llegado por medio de personas con una visión científica disidente, como Ana María Oliva y Arthur Fistenberg(2), no creo que el mundo esotérico, que yo no frecuento, lo mencione mucho ¿Por qué lo creo? Pues precisamente porque es un libro muy basado en la ciencia clásica. Lejos de recurrir a conceptos mágicos, espirituales, todo está basado en química, electricidad y electromagnetismo puro y duro, con lo que “rompe el encanto” de lo sobrenatural.
Como ejemplo comentaré algo que no sale en la conferencia y es muy llamativo: el misterio del triángulo de Las Bermudas. Todo parece indicar que en esa zona hay un número considerable de desapariciones de barcos sin dejar rastro alguno. Hasta ahora yo me había contentado con la explicación de que al ser la densidad de tráfico marítimo muy alta, el número de accidentes debe ser mayor también. Obvio, pero no estamos hablando de colisiones o hundimientos por fuerte oleaje, donde siempre hay llamadas de socorro y quedan restos flotando por el mar. Estamos hablando de desapariciones como por arte de magia. La teoría de la Cuarta Fase del Agua da una explicación muy plausible del fenómeno, que, por supuesto, no voy a desvelar por tiempo y para no aguarles la lectura del libro. Solo le comentaré que después de leer el libro, lo que a uno le sorprende es que los barcos floten, no que se hundan, y antes de que se me tiren a la yugular con fluidodinámica básica les diré que tengo unos buenos rudimentos de mecánica de fluidos(3), de manera que estoy familiarizado con el principio de Arquímedes y la fluidoestática.
El interés de este libro no radica solo en el contendido puramente científico del mismo sino que además aporta una visión mucho más realista del mundo de la ciencia que la idílica y reverenciada visión que nos llega por todas partes. En estos momentos en que la humanidad está siendo oprimida a unos niveles y escalas jamás antes vistos, basándose fuertemente en una supuesta ciencia infalible, es imprescindible comprender con claridad qué es eso que llamamos ciencia. De lo contrario más pronto que tarde todos estaremos muertos o esclavizados.
(1) Por un mínimo me refiero a un nivel de bachillerato pero de los de antes, claro.
(2) Creo que fue en el libro “El arcoíris invisible” de Fistenberg donde leí por primera vez acerca de la cuarta fase del agua.
(3) Un servidor aprobó Mecánica de Fluidos en la primera convocatoria con el mítico Profesor Antonio Barrero cuando éste era joven. Antonio Barrero llegó a Sevilla allá en 1980, cuando yo cursaba COU. Fue durante muchos años el “Ogro” de la Escuela de Ingenieros Industriales de Sevilla. Aprobar su asignatura era toda una odisea.
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