Una oscura y fría mañana de enero.
- Ludwig V. Burkes
- 20 nov 2022
- 1 Min. de lectura
Actualizado: 11 jun 2023
Una oscura y fría mañana de enero te esperé sentado en aquel banco del parque sin saber cómo eras, ni por dentro ni por fuera. Llegaste con tu aire confiado y nos pusimos a pasear. No recuerdo que nos sintiésemos incómodos en momento alguno.

Aquella oscura y fría mañana de enero caminábamos despreocupados por el parque, ahora rozándonos los brazos, ahora dejando espacio entre los dos. Tú hablabas con pasión de tus experiencias pasadas, intercalando exclamaciones y risas a cada instante. Te volvías hacía mí buscando complicidad, arrimándote inocentemente para cogerme del brazo con tus manos.
Era la primera vez que nos veíamos y parecía que fuéramos buenos amigos de la infancia, casi mutuos confidentes. Me hiciste sentarme en el césped y me emocionaste con unos cantes flamencos cuando apenas llevabas meses en esta tierra. Me sentía en un cuento de fantasía donde la lógica se trastoca en cada detalle.
A pesar de que nuestras cunas se mecieran en los extremos opuestos del viejo continente a miles de millas de distancia, a pesar de que tú llegaras a la tuya un tercio de siglo después que yo a la mía, el destino nos hizo confluir en aquel parque aquella oscura y fría mañana de enero. Allí y entonces comenzó una bonita amistad que medio lustro después nos empujaría al abismo de ese maravilloso cóctel de afectos y recelos, deseos y reproches, pasiones y temores, alegrías y llantos que solemos llamar amor.
A Shen Wang ( 王燊 )
Comments